All In This Together

Esta es una foto de mi nieto, que vive en Albany, NY, en su clase de Kindergarten el 2 de abril. Al igual que mis otros cinco nietos en Indiana y en Maine, él está aprendiendo desde su casa en Nueva York. Ellos están experimentando el mismo cambio en sus vidas escolares que los estudiantes aquí en el Condado de Montgomery. De hecho, esta foto podría haber sido de cualquier lugar del país. Comparto con ustedes esta foto de mi familia para ilustrar cómo el mundo en el que vivimos en estos momentos no sólo es una experiencia profesional para mí, sino que es algo muy personal. Mis nietos son afortunados. Ellos cuentan con firmes sistemas de apoyo, y hasta ahora, sus padres han podido mantener sus ingresos. No todos los niños y las familias tienen esa misma suerte. Para todos los niños, pero especialmente para aquellos que no son tan afortunados, el personal de nuestro sistema escolar es esencial. Nosotros proveemos aprendizaje y servicios esenciales que pueden mejorar drásticamente sus vidas en estos momentos difíciles.

La semana pasada, a través de Zoom tuve la oportunidad de hablar con Damon Monteleone, Todd Stillman y Elizabeth Pierce, de Richard Montgomery High School, sobre cómo su escuela está trabajando para servir a los estudiantes durante estos tiempos sin precedentes. Ustedes pueden ver nuestra conversación aquí. Sus esfuerzos reflejan el trabajo pensado en el que están participando todos los equipos docentes en nuestro condado.

También la semana pasada recibí un mensaje de uno de nuestros maestros que desea mantener su anonimato. Quiero compartirlo con ustedes porque es conmovedor y real.

“El lunes pasado cuando pasé por Churchill para buscar algunas pruebas que necesitaba calificar, me di cuenta al caminar por ese edificio casi totalmente vacío, que ahora la escuela era un simple edificio. Una cáscara vacía. Le faltaba los elementos comunes de una escuela regular: lo ruidoso de los chicos comiendo su almuerzo en los pasillos; maestros charlando con los chicos; y el bullicio normal de la escuela. De alguna manera, ha perdido su alma, lo que es importante para hacerlo una escuela regular. Ya no tenemos ese edificio. Y esa es una gran pérdida para todos nosotros. La mayoría de los chicos y el personal están lamentando esa pérdida, yo incluido."

“Pero cuando puedo mirarlo más objetivamente, puedo darme cuenta de que todos nosotros tenemos una función vital en esta crisis internacional. Nosotros podemos ser la parte estable en las vidas de nuestros niños. Podemos ser el adulto en quien ellos confían, que es constante y justo y comprensivo. Podemos mostrarles que el edificio en realidad no es el alma de su experiencia educativa; que las relaciones que nosotros tenemos con ellos son el alma”.

Quiero agradecer a todo nuestro personal en MCPS por sus esfuerzos hasta ahora y al seguir adelante para asegurar que “el alma” de la experiencia educativa no se pierda para nuestros estudiantes. Nosotros estamos afrontando un desafío, y es inspirador ver cómo estamos encontrando soluciones creativas que benefician a nuestros estudiantes. Nosotros haremos esto por todo el tiempo que sea necesario.